Monotarea.
La vorágine a la cual estamos expuestos en nuestra vida cotidiana, empuja nuestro ser a realizar tareas para las cuales no está “diseñado”. En realidad, lo empuja a realizar tareas que si estamos capacitados para realizar, pero todas juntas y a la vez y ahí, es donde aún no estamos a la altura. El ser humano, funciona mejor cuando realiza monotarea.
Les doy un ejemplo claro y conciso para que lo comprueben personalmente. Separen las letras del abecedario en aquellas que al escribirlas en imprenta mayúscula sean completamente rectas y aquellas que tengan alguna curva en su forma. Inmediatamente se darán cuenta, que para poder realizar este desafío, si o si deben poner en su mente una a una cada letra y separarla para un lado o para el otro. Como ven, no podemos tomar de a 2 o 3 letras a la vez y separarlas. Es verdad, mientras separamos las letras una por una, nuestros pulmones seguían inhalando aire, podíamos mover las manos y el cerebro continuaba recibiendo estímulos visuales y sonoros, en su conjunto el cerebro hace más de 1 cosa a la vez, nosotros como personas, no podemos razonar o trabajar en más de una tarea humana a la vez. Para esto somos mono tarea.
Ahora bien, espero que este ejemplo los haya convencido, pero veamos otros 3 ejemplos:
- El baterista que toca con las dos manos y pies su instrumento.
- El jugador de fútbol que corre, lleva la pelota controlada y mira su entorno para elegir la jugada en base a la disposición de sus compañeros y el equipo rival.
- Cuándo manejamos y hablamos por teléfono celular.
Estos son ejemplos de personas que llevan varias tareas adelante a la vez, pero no por ser multitareas su cerebro, en el caso a) y el caso b) es gracias a que los seres humanos, de cerebro limitado en la acción en paralelo, en su evolución encontraron métodos que permitían realizar acciones sin pensarlo, sin ocupar su canal de procesamiento. En estos casos hablamos de la Memoria muscular. Cuando repetimos muchas veces un movimiento en el tiempo, nuestro musculo y cerebro crean una conexión específica para dicho movimiento el cual una vez lanzada la orden de realizarlo, se completa sin ningún tipo de esfuerzo de conciencia. Es lo que permite a los basquetbolistas llevar rebotando la pelota sin mirarla. Es lo que permite que caminemos sin pensar más allá del primer paso y es lo que permite que una mano toque a un ritmo constante mientras otro pie acompaña. Luego de lanzar la orden, el cerebro desatiende esa función. Seguimos en modo mono tarea.
Ahora, entramos en algo más interesante, el ejemplo c). Este ejemplo si bien conlleva algunos movimientos físicos ya memorizados por nuestros músculos, hay 2 procesos consientes en desarrollo a la vez. Estamos conscientes y atentos al tránsito y llevamos adelante una charla telefónica. O eso es lo que creemos que hacemos.
Sumo el ejemplo 4. Son las 09:45 AM, llevamos 30 minutos en frente de la PC leyendo y respondiendo mails, tenemos unos 10 más aun por leer, organizar y responder. Suena el teléfono y atendemos al proveedor que nos da detalle de la entrega del pedido. Entra en la oficina un compañero a contarnos que paso en el pasillo de entrada. ¿Y? que tal, 3 procesos a la vez. ¿O no?
Estos dos ejemplos son muy claros y clásicos de nuestro día y los llevamos a cabo, con un enorme costo de cansancio (ver el post anterior de las traiciones de la mente) y con un costo aun mayor de in-eficiencia. Salir de la mono tarea, no es gratuito.
Les puedo asegurar, con base científica estudiada, que nuestro cerebro consiente y procesador es mono tarea. No puede más que llevar adelante una tarea a la vez. Cuando múltiples tares se presentan ante nosotros, comenzamos a multiplexar nuestra atención. Comenzamos a dedicar fragmentos de tiempo de nuestra corteza pre-frontal a cada una de las tareas que tenemos en frente a nosotros, sin tomar en cuenta que el pasaje de una tarea a otra, insume también un tiempo de “guardado” del estado de la tarea actual y “recuperación” del estado de la tarea a la cual vamos a dedicar el próximo fragmento de tiempo. Es por esto, que al hablar por teléfono, nuestra reacción a los imprevistos del tráfico es más lenta. Debemos dejar la tarea hablar por teléfono, retomar la tarea manejar y entonces sí, reaccionar a la situación que tenemos delante.
Aparte de la ineficiente utilización del tiempo aplicada en guardar y recuperar el estado, está el desgaste al cual sometemos a nuestra mente y por ende a nuestro cuerpo. ¿Cuántos de Uds. entienden ahora el llegar a casa después de estar en la oficina sentados con poca actividad, pero fatigados? Ese cansancio es provocado por la actividad mental. La mente consume energía, tanto o más que un musculo en acción.
Ahora que ya sabemos que no podemos realizar múltiples tareas a la vez y que funcionamos mejor en monotarea, hay que planificar el día para poder atender las tareas una a una y de esa forma, ser más eficientes en la utilización de nuestra mente y poder lograr así bajar los errores y el tiempo que nos lleva completar todas las tareas en conjunto. En una hora se pueden hacer 2 tareas de media hora una primera y la otra después. Superponerlas, conllevara terminarlas en más tiempo y con mayor posibilidad de error, sin contar que la disponibilidad para la siguiente tarea, es menor por el cansancio.